Hablar de protagonismo de niñas, niños y adolescentes no solo significa hablar participación, sino que es una forma distinta de entender la infancia; de comprender que el niño es descubridor del mundo desde su nacimiento ya que es un ser activo, pues no hay niño/a con actitud pasiva o estática; es por ello, que la respuesta ante su situación de vida es inmediata y desde su propia iniciativa.

El protagonismo es inherente de la persona por ello, es un Derecho de nuestra condición de seres humanos, pero eso no significa que necesariamente lo ejercemos. Sin embargo, aprendemos en la vivencia y en la relación con los demás, y esto hace que el protagonismo se nos presente como una conquista permanente a ser mejores seres humanos, con individualidad, con dignidad pertenencia a un colectivo, con identidad respeto y valoración por el otro sabiendo ser y vivir con los demás.

Para ir más allá de los diferentes conceptos de participación, el protagonismo implica crecer y madurar como personas, actores dentro de un colectivo, nos exige un proceso de formación; que deberá ser fortalecido desde los distintos espacios de aprendizaje; para lo cual debemos partir del reconocimiento del ser protagónico que tienen los NNA como parte de su perfil; aportando y promoviendo la conquista permanente de su ser.

La experiencia laboral, el hecho de que cada día sean más numerosos los NNATs, y su aporte a la sobrevivencia los hace sentirse capaces, útiles, productivos, responsables.

Los movimientos de niños trabajadores en toda nuestra historia hemos reflexionado acerca de nuestra propia condición de trabajadores, a esto le llamamos “valoración Crítica del trabajo” y en síntesis significa poder ver el panorama completo de la infancias trabajadoras, distinguir que existe el:  trabajo digno (que ejercemos con libertad y aporta  bienestar) y en oposición a este existen también los delitos cometidos contra la infancia como las diversas formas de explotación de los niños.

Reconocemos también que existe la pobreza y la desigualdad,  y que en este contexto nuestro trabajo es una herramienta que sirve para superarla, por esto defendemos el derecho a trabajar dignamente y luchamos contra la explotación, por ello buscamos infancias protagonistas del cambio con poder para cambiar sus propios destinos y exigir sus derechos, a la vez que se proponen medidas para proteger a los niños y adolescentes, desde el acompañamiento, desde la apropiación de nuestros derechos, partiendo desde las medidas para mejorar nuestras condiciones de trabajo en lugar volverlo a los niños trabajadores una suerte  “ilegales” o perseguir a sus familias.

Cuando hablamos del derecho a trabajar, no nos referimos a cualquier tipo de trabajo, sino debe ser “trabajo con dignidad”, una actividad que esté “acorde a nuestras habilidades y capacidades”, un trabajo que aporte a nuestra vida en comunidad, nuestra vida familiar y el desarrollo de nuestras habilidades, el trabajo para nosotros no significa solamente tener un empleo asalariado o remunerado, sino que se extiende a todas las actividades significativas para la vida humana, las que aportan a la familia, las que se dan de forma colectiva en nuestros pueblos y culturas diversas.

La constante búsquedas de la valoración del niño trabajador es un reto constante, no solo buscamos que se reconozca el aporte de los NNATs a nuestras familias, a la economía y sociedad, también hablamos de lograr el reconocimiento de las capacidades de los NNA, de la resiliencia, del protagonismo de los NNATs y su habilidad de transformar la pobreza en esperanza, la discriminación por ser trabajadores en dignidad y la constante invisibilizacion de las infancias en un motivo mas para seguir alzando nuestras voces.

EL MOLACNATS no solo valora a quienes trabajan de forma regular o parcial, sino a todos aquellos que buscan trabajo o se preparan para hacerlo. En este sentido el movimiento asume una visión respetuosa y exigente ante el fenómeno social de niñas, niños y adolescentes que trabajan y que llamamos valoración del trabajo.

El MOLACNATS no solo reconoce el valor y la necesidad de la organización a todo nivel, sino que pretende dar a los Movimientos Nacionales y agrupaciones un espacio regional, una voz colectiva y una acción concertada en el ejercicio de su protagonismo organizado. 

“…Nuestras organizaciones nos han demostrado que son la mejor  manera para protegernos frente a la explotación, los malos tratos, y el  desprecio de la sociedad. En nuestras organizaciones nos sentimos  como personas completas, dignas, capaces, orgullosos de nuestro  trabajo; en ellas nos educamos y creamos un espacio para la solidaridad  y la propuesta de alternativas ante la pobreza y la violencia que el  sistema vigente nos impone y que son inaceptables…” 

La organización además es un valor que fortalece las voces individuales de los niños y adolescentes, por eso estar organizados en un movimiento latinoamericano implica el reto de ser una voz representativa y crítica, implica una responsabilidad grande, pues debemos asegurarnos de que el movimiento siempre esté en manos de los NNATs y no de la coyuntura, de seguir siendo autónomos y  de que siempre se refleje la voluntad de sus integrantes y las otras infancias, de seguir  construyendo una identidad cómo región, compleja y diversa  junto a nuestros compañeros de los diversos países miembros.

Nuestra organización latinoamericana, los movimientos nacionales, locales y grupos,  son espacios en los que también compartimos nuestras vivencias, experiencias y sueños, son espacios dedicados a la reflexión y la recreación, son parte de nuestra vida en comunidad.

El MOLACNATS es un espacio para ejercer una voz pública e interlocutor con otras instituciones y organizaciones nacionales e internacionales.

¿Cómo ejercemos nuestro derecho a movilizarnos como sociedad civil e incidir en las políticas de nuestro países?

Los hacemos mediante acciones (participación en espacios públicos, mesas de diálogo, marchas, consultas, etc) que realizamos los NNA, las OSC, las comunidades y la  organizaciones sociales, para hacer que quienes toman decisiones en las políticas públicas, (por ejemplo las instituciones públicas, como los Ministerios, el Parlamento, Alcaldes, entre otros), lo hagan teniendo en cuenta nuestras opiniones para que se resuelvan problemas o situaciones que hacen que nuestros derechos no sean cumplidos. Estas acciones la realizamos luego de haber analizado la realidad con mucha información, e identificando los problemas y a quienes pueden ser parte de la solución de ese problema. 

Entonces la incidencia es influir en quienes toman decisiones para que se cumplan nuestros derechos. En muchos casos se hace incidencia porque a pesar de existir leyes o un SIPPINNA que promueve y protege nuestros derechos, esto no se cumplen por varias razones: Porque las autoridades no escuchan nuestras voces, porque no hay voluntades políticas de los gobiernos, porque falta mayor inversión o porque algunos espacios de participación cerraron por la pandemia.

 ¿Por qué movilizarnos e incidir en políticas públicas? 

Es importante ya que a través de la incidencia podemos fortalecer los espacios cívicos, a la sociedad civil de la que formamos parte y al los propios sistemas que velan por nuestros derechos, así tener mayor espacio para que podamos participar y contribuir en los asuntos públicos. Para hacer de la toma de decisiones un proceso más incluyente y democrático en el que se tome en cuenta nuestras opiniones. Podemos hacer incidencia de muchas formas. Por ejemplo, si nos acercamos a una autoridad (Intendente, Congresista, Ministro), y lo hacemos como organización de NNA, es más probable que consigamos su apoyo.

Como organización somos conscientes de que debemos tomar los espacios de participación que por derecho corresponden a las infancias, hacernos escuchar desde nuestras familias y colegios hasta nuestras comunidades y gobiernos; que no se decida por nosotros, pues somos sujetos de derechos, somos ciudadanos y con nuestra perspectiva tenemos mucho que aportar en este tiempo en que urgen políticas de género que nos lleven a la igualdad, sobre el medio ambiente y su cuidado, sobre nuestra diversidad cultural y sobre cualquier otro tema que nos concierne. Los NNATs trabajamos para poder estudiar y exigimos educación de calidad para seguir desarrollándose y así, organizados insistimos en que  ¡nuestros derechos son hoy y nuestra participación es ahora!.