Bruselas, 12 jun (EFE).- La Comisión Europea (CE) y el alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, aseguraron este lunes que “no se puede lograr un futuro sostenible y equitativo” mientras los niños del mundo sigan siendo explotados con trabajo infantil.
En el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la CE y el alto representante emitieron un comunicado conjunto reafirmando el compromiso de la UE para acabar con el trabajo infantil y otras formas de explotación, que según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), afecta a 160 millones de niños, la mitad de los cuales son explotados en trabajos peligrosos.
En el comunicado abogaron por intensificar los esfuerzos para acabar con el trabajo infantil y brindar a los niños “una educación de calidad, atención médica y una vida digna” ya que, sin ello, “no se puede lograr un futuro sostenible y equitativo”.
Y mostraron la determinación de la UE de erradicar el trabajo forzoso, poner fin a la esclavitud moderna y la trata de personas y abolir todas las formas de trabajo infantil para 2025.
En este sentido, recordaron que la Estrategia Global de la UE sobre los Derechos del Niño (2021-2024) situó la erradicación del trabajo infantil en el centro de su dimensión global y, con el primer Plan de Acción para la Juventud en la Acción Exterior, se propusieron medidas concretas de seguimiento.
En la declaración conjunta, también señalaron que la UE ya tomó medidas para eliminar todos los productos fabricados con trabajo forzosos o infantil, y del mismo modo la CE propuso un reglamento para impedir la importación de bienes producidos de la misma forma, a través de proyectos como el programa Cacao Sostenible, donde la UE promueve métodos de producción de cacao sostenibles y trabaja para prevenir el trabajo infantil en el cultivo del cacao.
“La lucha contra el trabajo infantil requiere un planteamiento global y eficaz para abordar las causas profundas de este fenómeno”, afirmaron la CE y Borrell, como la pobreza, la desigualdad, la falta de acceso a la educación o la escasa protección social que se ofrece a los niños, al tiempo que “se fomenta el trabajo digno para los adultos en todo el mundo”, declararon.
La UE aspira a convertirse en miembro de la Alianza 8.7 -que busca acabar con el trabajo forzoso, la esclavitud moderna, la trata de seres humanos y el trabajo infantil- y, junto con sus socios, está decidida a “acelerar todos los esfuerzos necesarios” para proteger y salvaguardar los derechos de todos los niños y permitirles “disfrutar de su infancia sin ser sometidos a ninguna forma de explotación o abuso”.
